La Sociedad Contra el Estado.
Pierre Clastres.
España, 1978
Monte Avila Editores.
Profesor responsable: Dr. L. Nicolás Guigou
Belle Lampert, R.
El inicio del libro trata-se de introducir el lector al pensamiento de Clastres sobre el cuestionamiento :
“que se entiende por la política”, ya que se carece tanto de una objetividad cuanto al término, que el
autor dice “mismo que provisoriamente”. Deja así en evidencia la existencia de una sociedad “con
poder (con Estado)” y otra “sin poder”, o pre-estado. Cita la obra de Lapierre: “Essai sur le fondement
du pouvoir politique” sobre el estudio del poder en sociedades animales no humanas y humanas,
preguntándose sobre la posible origen de la política, si esa corresponde a una necesidad vital y proviene
de la naturaleza y no de la cultura. En su página 222 llega a la conclusión de que en los “fenómenos
sociales en los animales (...) y en sus procesos de autorregulación social (...) ha mostrado la ausencia de
toda forma (...) de poder político”. De ese modo, Lapierre vuelve hacia las culturas más antiguas para
procurar indícios de poder político en sociedades humanas, usando para eso ejemplos de África, de las
tres Américas, Oceanía, Siberia, entre otros lugares más. Muchas de esas sociedades arcaicas sin
escritura y con economía de subsistencia (lo que determina su antigüedad y siendo ese el marco de su
semejanza). Lo que se ve en los pueblos arcaicos de America (con excepción de culturas indígenas de
México, América Central y Andinas) tienen líderes jefes y caciques que no poseen “el poder”. Se sabe
por esas observaciones que el poder sólo existe cuando el comportamiento “orden-obediencia” también
existe como relación social. En más momentos y por otros autores tales como Nietzsche y Max Weber,
indicando la coerción y la violencia como esenciales para la existencia del poder (en ese caso el
monopolio del Estado la violencia, para Weber).
Para ordenar esas sociedades mencionadas anteriormente, Lapierre usa un criterio de la antropología
Anglosajona que clasifica esas sociedades de acuerdo al nivel observado de poder político, siendo este
algunas veces inexistente (lo que Lapierre comenta en la página 525) principalmente para comunidades
pequeñas y cerradas, o en otras veces apenas mostrando indicios de existencia.
Desde esas clasificaciones Pierre levanta preguntas interesantes: ¿Cuál es su criterio? (de clasificación);
y otra como expuesta originalmente: ¿Cómo se define aquello que, existiendo en menor o mayor
cantidad, permite asignar tal lugar a tal sociedad?
También el autor levanta la reflexión acerca de cuán digna de confianza es esa clasificación, dada la
multiplicidad cultural, será interminable de “taxonomización” de tales grados de existencia y ausencia
de poder político determinado. Además, eso no trajo aún la respuesta sobre el origen del poder político
ni sus circunstancias.